Mi vida se veía tranquila, hasta que mis acciones dañaban a las personas que más quería y a mi mismo, fue ahí cuando me di cuenta que necesitaba un cambio, después de intentarlo una y otra vez sólo, No conseguia nada y no entendia el por qué.

Fue así que gracias a Dios conocí a Don Adolfo, el cual me mostró el método para cambiar mi vida para siempre.

Como era mi última esperanza, me aferré tanto al método y le tomé tanta rigurosidad a los ejercicios que puede evidenciar que todo lo aprendido era Real, como funcionan nuestras emociones y pensamientos, que crean la realizad que tenemos a nuestra vista, no niego que fue una ardua tarea. Pero gracias a Dios pude recuperar mi  vida y a la vez a mi hermosa Familia.

Roberto